Aunque es un conocimiento válido para todos, sobre todo a los pescadores y bañistas -ahora que llega el verano- conviene saber detalles acerca de los Cnidarios, también llamados celentéreos, animales que presentan dos formas: la de pólipo y la de medusa.
Alrededor de 10.000 especies de cnidarios existen, con una variedad en su tamaño que incluye desde los de de 1 o 2 milímetros hasta los de 1 metro de diámetro, como es el caso de algunas medusas, o hasta 3 metros de diámetro en algunos pólipos.
Son siempre acuáticos, el 99 por ciento de agua salada y 1 por ciento de agua dulce, con la característica de que pueden vivir de forma individual o en colonias, ya sea fijados al sustrato o libres y en ocasiones son nadadores, o parte de las fases son planctónicas móviles, arrastradas por corrientes.
Llama la atención la forma de saco de su organización corporal, igual estructura tiene su cavidad gastrovascular, que comunica por un único orificio con el exterior que se usa para la alimentación, la excreción e incluso la expulsión de los productos genitales. De ahí que aparato digestivo posea un solo orificio que actúa como boca y ano.
La pared de su cuerpo consta de una capa externa, protectora, denominada ectodermis, al tiempo que la gastrodermis constituye la capa interna que delimita la cavidad gastrovascular, la única que tienen los cnidarios.
También cuentan con la mesoglea, la cual está entre las capas mencionadas anteriormente, con la característica de que puede ser, según el grupo de cnidarios muy fina y acelular, o estar bien desarrollada y tener distintos tipos celulares.
Otro aspecto común en este tipo de animales acuáticos es que tienen varios tentáculos alrededor de su boca.
Mayoritariamente cuentan con unas células especializadas, denominadas cnidoblastos o nematocistos, que son urticantes y por contacto inyectan veneno que les sirven como defensa o para paralizar y matar a sus presas en el caso de las especies depredadoras. Pero igual dañan la piel del ser humano que entra en contacto con los cnidarios.
Los pólipos y las medusas son animales que integran el grupo de cnidarios o celentéreos, los cuales tienen en común que son invertebrados, carecen de esqueleto externo, salvo los Corales Pétreos, su respiración es cutánea, poseen simetría radial, y cuentan con células urticantes. Cada uno representa una fase diferente en su ciclo de vida.
Algunos son pólipos o medusas durante toda su vida, según plantean estudiosos del tema, quienes advierten que hay otros que son pólipos durante una etapa y medusas el resto de su existencia.
Los pólipos viven adheridos a un sustrato y son cóncavos hacia arriba y las medusas viven libres dejándose llevar por la corriente y son cóncavas hacia abajo.
Dependiendo el tipo de Cnidario o celentéreo, la reproducción puede ser sexual o asexual y puede alternarse entre la fase pólipo o medusa.
Las medusas son organismos pelágicos, de cuerpo gelatinoso, con forma de campana de la que cuelga un manubrio tubular, con la boca en su extremo inferior, a veces prolongado por largos tentáculos cargados con células urticantes llamados cnidoblastos.
Entre sus características destacan su movilidad, sus diversas formas y su gruesa mesoglea.
A diferencia de las medusas, los pólipos viven adheridos a las rocas y no se mueven. Pueden reunirse y vivir en colonia, desempeñando cada uno determinada función.
Tienen forma de saco y un orificio en la parte superior con la doble función de servir de boca y de ano.
Son pólipos la hidra de mar, las anemonas de mar y los corales.
Tanto las medusas como los pólipos son depredadores que cuentan con un eficaz auxiliar para obtener sus alimentos, llamado nematocisto el cual no es más que una cápsula que contiene una especie de látigo, llamado filamento.
Al advertir la cercanía de una presa, los nematocistos disparan los filamentos con fuerza sobre ella, la penetran y transmiten un veneno paralizante. Entonces, los cnidarios agarran a su presa con los tentáculos y se la llevan a la boca.
En el caso de contacto con seres humanos, por roce, hay que señalar que los nematocistos de la mayoría de los cnidarios no son peligrosos para las personas, aunque pueden producir leves picores y sobre todo algunas especies, como las de la carabela portuguesa, pueden resultar muy dolorosas sus picaduras y requieren del cuidado de un socorrista.
Desde hace unos 600 millones de años existen los cnidarios, los cuales son un filo que agrupan a miles de animales que solo viven en ambientes acuáticos. Al clasificarlos como filo, los especialistas lo hacen a partir de la presencia de unas células urticantes llamadas cnidocitos, presentes en los tentáculos de todos los miembros, como característica principal.
En ese grupo se encuentran los pólipos, las medusas o los corales.
Su clasificación es la siguiente, de acuerdo con expertos en el tema, reconoce cuatro clases y supone que los hidrozoos son la clase más primitiva y de la que han derivado las demás.
Hidrozoos y Escifozoos
Así tenemos en dicha clasificación a los Hidrozoos, que incluyen hidropólipos e hidromedusas. Igualmente a los Escifozoos, los cuales agrupan a pólipos pequeños e inconspicuo (escifopólipo o escifostoma) y medusa (escifomedusa), que carece de velo (acraspedota).
Cubozoos y Antozoos
También están los Cubozoos, que poseen exclusivamente medusas (cubomedusas), de forma cúbica, con cnidocitos especiales, muy potentes potentes, mientras la Antozoo son solo pólipos (antopólipos), conocidos como anemonas y corales. No hay forma medusa.
Filogenia
Por último, hay que citar la Filogenia, acerca de la cual los expertos plantean que existen teorías filogenéticas para relacionar a los distintos grupos de cnidarios y en su mayoría los investigadores estiman como probabilidad más acertada que el posible pre-cnidario era un organismo planuloide adaptado a la vida sésil, adquiriendo simetría radial, que habría sufrido una invaginación que posteriormente dará a la cavidad gastrovascular. El pre-cnidario ¿tenía forma medusa o pólipo?, concluyen autores de estas teorías.